Washington, 7 nov (PL) Las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos abren hoy un escenario obligado de concertación y negociación entre demócratas y republicanos para evitar una mayor polarización de la población.
La mayoría en la Cámara de Representantes de los azules y un aumento de las fuerzas del presidente Donald Trump en el Senado, evidenció que en un contexto general en el ejercicio electoral de este martes no hubo vencedores ni vencidos.
Ahora, según un artículo de opinión de la Junta editorial del diario The New York Times, el Congreso puede hacer más por los estadounidenses que reducir los impuestos para los ricos y amenazar la atención médica de todos los demás.
Un enfoque constructivo es un escenario convulso pudiera ser la fórmula que lleve al legislativo a evitar los males peores que anticipó recientemente el Nobel de Economía, Paul Krugman, al valorar la situación en el país.
Aunque es una posibilidad que da la mayoría en la Cámara, los demócratas deben eludir enfrentamientos y, aunque en ocasiones tengan que jugar duro, según el Times, hacer su labor de una manera más constructiva que el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell y su equipo, que han dominado el Congreso desde 2014.
El diario neoyorquino sugiere que los azules deben elegir «sabiamente las batallas políticas» y no dejarse arrastrar por el rechazo que despierta Trump en algunos sectores, pues hay otros que demostraron su respaldo al mandatario pese a su lenguaje incendiario y polarizante.
El diario elogia la estrategia de los opositores al adoptar un trío de objetivos de política en la liza recién concluida: «reducir los costos de atención de la salud, crear empleos invirtiendo en infraestructura y limpiar la política a través de un paquete de reforma integral que endurecería las leyes de ética y apuntalaría la integridad de nuestro sistema electoral».
Estas, agrega, son causas populares con atractivo bipartidista y que influyeron notablemente en el éxito al retomar la Cámara de Representantes.
Esto, asegura, le da a los demócratas la oportunidad de presionar a Trump sobre si está interesado en progresar en sus objetivos declarados o si es un intento hipócrita de librar una guerra de trincheras partidista por el resto de su mandato.
Diversos análisis coinciden con la apreciación del rotativo neoyorquino en el cual se aborda el tema de las reformas en el país y la necesidad de enfrentar de forma bipartidista problemas como la difícil situación de los soñadores (dreamers), unos 700 mil inmigrantes traídos ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños.
En teoría, los demócratas tendrán el poder de establecer la agenda, pero seguirán compitiendo con un líder del Senado republicano que se enorgullece del obstruccionismo para obtener ganancias partidarias, plantea el diario.
Por otra parte, se habla de la impugnación de Trump, un problema escabroso que solo pudiera avanzar con pruebas tangibles contra este, sino convertirá el ejercicio en un gasto de tiempo que al final pudiera afectar más las posibilidades de los demócratas en el 2020.
Precisa el análisis de la publicación que muchos estadounidenses, incluso los que no quieren al gobernante, se resisten a los esfuerzos por destituir a un presidente en funciones.
Recuerda que un ejercicio anterior del ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, que intentó derrocar al presidente William Clinton, provocó un desastre electoral para los republicanos en los comicios intermedios de 1998, algo que pudiera, si ocurre, afectar a los demócratas en sus planes de la Casa Blanca en 2020.
«Los demócratas harían bien en esperar y ver si la investigación realizada por el abogado especial, Robert Mueller, revela crímenes y faltas graves antes de decidir si seguir el camino doloroso y divisivo del proceso político», subraya.
Afirma el Times que «dado el sombrío ejemplo dado hasta ahora por el presidente Trump, los líderes demócratas ahora tienen una oportunidad política y también una gran responsabilidad» que pasa por restaurar algo de cordura a la política estadounidense y un sentido más elevado y común de la administración estadounidense.